La raqueta de tenis
Sin duda alguna que la raqueta es el implemento más importante a la hora de
practicar el tenis, pues un tipo de raqueta u otro condicionará en gran parte el juego
de cada jugador. No es tarea fácil decidir cuál tipo de raqueta es más adecuado para
cada quien, especialmente cuando en el mercado hay docenas de fabricantes y cientos
de modelos para escoger, cada uno con características que se presumen “especiales”.
A través del tiempo diferentes materiales se han usado para construir raquetas de todo
tipo, destacando hoy en día las propiedades asociadas al titanio, que aporta a la
raqueta mayor estabilidad y solidez en las zonas de tensión, y al carbono liviano, que
hace posible un aumento en la rigidez al tiempo que reduce el peso de la raqueta.
Igualmente se han incorporado diversos materiales al diseño y construcción de los
mangos para reducir los niveles de vibración y de choque, al tiempo que permiten un
agarre directo y una mayor precisión en el toque. Con todo esto hay una serie de
factores relacionados a la raqueta que afectan la ejecutoria del practicante de tenis y
determinan qué es lo que se debe tomar en cuenta al seleccionar una raqueta para el
juego de cada quien. Estos factores tienen que ver tanto con las partes físicas de la
raqueta, al igual que con el encordado y los materiales que se usan en su fabricación.
Factores físicos de la raqueta que inciden en el juego
Hay varios factores relacionados con la raqueta que pueden afectar la calidad del
juego. Entre ellos se pueden citar como los más importantes el tamaño de la cabeza
(área de encordado), el marco, la garganta, el agarre, el extremo del mango, la
longitud de la raqueta y el peso.
Tamaño de la cabeza
La cabeza de la raqueta puede variar en tamaño y en forma, pero generalmente cae
dentro de una de estas categorías:
Tamaño grande: A los jugadores principiantes y a los menos hábiles les conviene jugar
con raquetas de cabeza grande, de 100 a 140 pulgadas cuadradas de superficie, por
que obviamente así tienen más oportunidad de golpear la bola y ejecutar buenos tiros
sin necesariamente tener que darle a la pelota con el centro (el llamado “punto dulce”)
del encordado. Con este tipo de raqueta no se requiere ser tan preciso con los golpes.
La desventaja es que con tanta área se crea resistencia al aire y se reduce la velocidad
de la raqueta, lo que le da al jugador menos potencia en los tiros. También, por su
volumen, hace más difícil controlar la oscilación del tiro (el swing).
Tamaño medio: Estas raquetas tienen un área que va de 85 a 100 pulgadas cuadradas
de superficie del encordado. La mayoría de los tenistas profesionales utilizan raquetas
de alrededor de 90 pulgadas de área, en tanto que los jugadores que no lo son o que
sólo juegan el tenis con fines recreativos, las usan un poco más grandes. Estas
raquetas permiten tener un área de golpe efectivo (el punto dulce) lo suficientemente
grande con buena capacidad de maniobra para permitir una velocidad adecuada de los
tiros.
Tamaño estándar: Estas raquetas tienen un área de encordado que va de 80 a 85
pulgadas de superficie y con el tiempo se han hecho obsoletas, ya nadie las usa. No
tienen suficiente superficie de encordado para golpes efectivos y sólo vale la pena
usarlas si se quiere aprender a ser muy preciso con los golpes.
Grosor del marco
El marco no incrementa el tamaño pero si la “profundidad” de la raqueta. Hay
raquetas que tienen un marco de mayor grosor que otras. Las raquetas de marcos más
gruesos pueden ayudar a aumentar la potencia de los golpes aun cuando también
incrementan el efecto trampolín de las cuerdas. a tal punto que al jugador se le hace
más difícil controlar la dirección de los tiros. Es decir, se aumenta la potencia pero se
incrementan los golpes de hacha (chops) y de picada en detrimento de los golpes de
swing largo y cómodo.
La garganta
Hoy en día el diseño de garganta o cuello abierto se ha convertido en la norma,
eliminando la construcción en forma de chupeta, en la cual el cuello tiene un diseño
cerrado. La razón de este auge se debe a que la raqueta de garganta abierta estabiliza
mejor la cabeza y ayuda a compensar por los tiros que se hacen fuera del centro del
encordado, de hecho agrandando el punto dulce. Este tipo de diseño no varía mucho
entre una raqueta y otra, pero la rigidez relativa del asta (el punto donde convergen
los dos lados curvos de la garganta y luego se extiende hasta el agarre), afecta las
propiedades de juego de la raqueta. Si el asta es rígido hay mayor control de la
potencia, si es flexible hay menos control y es más difícil colocar los tiros.
El agarre o empuñadura
El agarre (grip) del mango es por supuesto la parte que se encuentra al final del
asta de la garganta. Los agarres varían en diámetro de 4 a 4 pulgadas y 5/8. No hay
un criterio objetivo para seleccionar el tamaño de los agarres. Algunos jugadores de
manos grandes prefieren agarres delgados mientras que otros de manos pequeñas
gustan de los agarres grandes y gordos, de más de 5 pulgadas de diámetro. De allí
que este aspecto del juego dependa más del confort que de otra cosa. No obstante hay
un viejo precepto del tenis que suele aplicarse en cuanto a qué tipo de agarre usar:
Cuando se agarre el mango de manera cómoda, sin apretar, el jugador debe poder
cubrir por completo con el pulgar la uña del dedo medio.
Tipos básicos de agarre
Este (eastern): Se usa más que todo con el golpe
de derecha (forehand) en cualquier situación de
juego, así como también en el primer servicio y en
la volea. El este de revés es adecuado para golpes
planos o con efecto de levante y para la volea.
Continental: Se recomienda principalmente para el
servicio con efecto cortado y con efecto de levante,
al igual que para el remate, el revés cortado y la
volea de revés.
Oeste (western): Es utilizado más que todo para
golpes de derecha y de revés con mucho efecto de
levante.
Revés a dos manos: Este tipo de agarre favorece los golpes planos y con efecto
de levante.
Para el revés a una mano se recomienda el agarre Oeste. Para el revés a dos
manos se recomienda el agarre Continental o el agarre Este de derecha para la
mano directriz y Este de derecha con la mano secundaria. Si el golpe ha sido bien
ejecutado la pelota deberá tener un pronunciado efecto de levante al rebotar, es
decir un rebote mucho más alto que el que se produciría con un golpe plano. Este
golpe se usa para mantener al contrario en el fondo de la cancha para sorprenderlo
luego con un tiro ganador.
Se debe evitar escoger un agarre que sea muy pequeño. La tendencia del
principiante es a seleccionar tal tipo de empuñadura por que se le hace más fácil de
manejar. Pero un agarre pequeño hace que se tuerza la mano cuando no se le da bien
a la pelota y eso podría a la larga lesionar la muñeca. Sin embargo, si se debe escoger
entre dos tipos de agarre, selecciónese el más pequeño, ya que siempre se tendrá la
opción de agrandarlo con cinta.
La tapa de la punta del mango
La tapa al final del mango de la raqueta no tiene ningún efecto en el juego, pero es
de gran utilidad antes de empezar a jugar por que allí usualmente se coloca el logotipo
del fabricante de la raqueta y ese logotipo se utiliza para determinar quién sirve
primero en un partido. Por ejemplo, si es el logotipo de la compañía Prince, una p
estilizada (o una d si se invierte), cada lado escoge una de las dos alternativas de
letra; luego uno de los jugadores le da varios giros al mango de su raqueta, se detiene
cuando su rival lo indica y la letra que aparezca (p o d) determina quién saca o qué
lado de la cancha se prefiere, según se haya acordado previamente.
La longitud de la raqueta
Las raquetas de mayor longitud y tamaño ofrecen mayor alcance y un poco más de
potencia en los tiros, especialmente en el servicio, pero esa mayor longitud también
hace a la raqueta un poco más difícil de controlar, ya que la pelota siempre va a estar
más lejos, por lo que se necesita de mayor sincronización y coordinación visual para
poder darle a la bola en el punto dulce. El principiante debe comenzar por lo tanto con
una raqueta de tamaño estándar, (de 27 pulgadas), y luego a medida que mejore su
juego y su pericia, cambiar a raquetas mas grandes.
El peso de la raqueta
Las raquetas de hoy en día son cada vez más livianas, debido a la disponibilidad de
materiales producto de la tecnología espacial. La mayoría de las raquetas actuales sólo
pesan entre 9 y 12 onzas, sin el encordado. El jugador debe poder sentir el peso de la
raqueta ya que ello es una ayuda invaluable en la coordinación visual muscular. Se
debe usar una raqueta que se sienta, pero que al mismo tiempo no se sienta pesada.
Es decir una raqueta cuyo marco y mango pesen en conjunto de 10 a 11 onzas. Ese
peso permite hacer un swing fácil y seguro al tiempo que provee buena potencia.
Metales y aleaciones usados en la manufactura de raquetas de tenis
Acero:
Los aceros se hacen de hierro y una pequeña pero significativa cantidad de carbono
(de 0,04 a 1,7 de porcentaje de peso). Al incrementarse la cantidad de carbono se
incrementa la fortaleza del acero hasta 10 veces más que la del hierro, aun cuando se
pierde ductibilidad. El acero se ha usado en el pasado para fabricar raquetas tubulares
de tenis debido a su alta rigidez y a su resistencia.
Aluminio y aleaciones de Aluminio:
Al aluminio se le pueden agregar pequeñas cantidades de cobre, magnesio, y otros
elementos para mejorar su resistencia. Por lo tanto, para fabricar raquetas de tenis, en
vez de aluminio puro, se prefiere usar estas aleaciones. La rigidez del aluminio y la de
sus aleaciones es mucho menor que la del acero (70 GPa), pero la densidad reducida
permite manufacturar una raqueta mucho más liviana. Debido a la novedad de los
nuevos materiales las raquetas de aluminio ya no son muy populares a pesar de que
son relativamente baratas, ofrecen una buena potencia y se sienten cómodas al jugar
con ellas. De hecho el aluminio, en opinión de expertos en la materia, no es muy
diferente del titanio. Tanto las raquetas de titanio como las de aluminio son
recomendables para principiantes.
Aramid (Kevlar):
Kevlar es la marca de fábrica de un polímero desarrollado por la Compañía DuPont en
1965. El Kevlar 29 y el 49 (números que se refieren al tratamiento calórico dado) se
produce a partir de un poliamido aromático. El polímero se disuelve en solvente y se
expulsa a través de una entalladora giratoria antes de calentarlo para evaporar el
solvente. La resistencia y la rigidez del polímero se incrementan por medio de más
operaciones de estiramiento.
El Kevlar se parece mucho al grafito, pero es mucho más liviano y rígido (es tan rígido
que también se usa para fabricar chalecos antibalas). Sin embargo es tan fuerte que
permite golpear la pelota con gran potencia. Lo malo es que para evitar la transmisión
de los choques y las vibraciones al brazo y al hombro, especialmente si se le pega mal
a la pelota, debe mezclarse con otros materiales. De allí que este tipo de raquetas no
sean recomendables para los principiantes. Son raquetas para jugadores muy fuertes
con gran experiencia y habilidad. Otra fibra similar al Kevlar es el boron, y
generalmente, lo que se diga del Kevlar igualmente aplica para el boron.
Carbono (Grafito):
El grafito es un polimorfo del carbono al igual que lo es el diamante (los átomos del
carbono se pueden entrelazar para formar diferentes estructuras cristalinas). Las fibras
de carbono se derivan de una fibra precursora tal como la llamada PAN
(poliacrilonitrilo) o cualquier otra de una calidad menor de residuo. La fibra precursora
se estira y se calienta hasta que sólo queda carbono. Las condiciones de este
tratamiento determinan las propiedades del producto final de modo que se pueden
producir diferentes grados de fibra, es decir carbono de alta resistencia (high strength,
HS) o de módulo alto (high modulus, HM).
La resistencia y fortaleza específicas de la fibra de carbono son similares a las del
vidrio, pero su rigidez específica es significativamente mayor, por lo cual es más
costosa. Por otra parte, la estructura de grafito es altamente anisotrópica, de
compresión axial débil, de manera que hay que tener mucho cuidado en el diseño de la
orientación de la fibra.
La mayoría de las raquetas que se fabrican hoy en día utilizan el grafito de una forma
u otra como ingrediente básico, combinado con otros materiales que usualmente son
los que determinan las características de juego de la raqueta. El grafito de por si es
sumamente fuerte cuando se considera su peso liviano; provee una gran potencia de
golpe y permite que el usuario de la raqueta pueda controlar la pelota, pero debe ser
combinado con otros compuestos de resinas termoplásticos y de fibra de vidrio para
que se obtengan los mejores resultados. De hecho las raquetas de grafito son las más
recomendables tanto para los jugadores principiantes como para los más avanzados
debido a que otras raquetas de mayor rigidez trasmiten los choques y las vibraciones
al brazo y al hombro, lo que podría ser causa de posibles lesiones.
Compuestos:
Las propiedades de resistencia específica a la fatiga de la rigidez y de disminución de
oscilación y vibraciones de los compuestos son mejores que las de las aleaciones de
metales. Los diseñadores de estos materiales también controlan la direccionalidad de
las propiedades, por medio del cambio de orientación de las fibras y la colocación de
masa y materiales, lo que implica secciones más rígidas y huecas.
Cristales piezoeléctricos:
Ciertos tipos de cristales asimétricos tales como el cuarzo y las perovsquitas, se
polarizan cuando se les cuela. La polarización crea un campo eléctrico y se establece
una diferencia de potencial a través del grosor del cristal, lo que eventualmente se
aprovecha para fabricar transductores. Al fenómeno se le conoce como “efecto
generador”, el cual se traduce en raquetas con “rigidez y antivibración activa”. Las
fibras piezoeléctricas se flexionan para producir una señal eléctrica cada vez que la
pelota golpea la cara de la raqueta. Esta corriente retroalimenta a las fibras durante el
tiempo del impacto (menos de 5 milisegundos) para revertir el movimiento e
incrementar la rigidez del marco de la raqueta. Las vibraciones en el marco se eliminan
por la interferencia destructiva causada a su vez por las antivibraciones que producen
los restos de corriente.
Fibras:
Los compuestos reforzados con fibra consisten de una matriz que contiene fibras en
forma de filamentos individuales o como láminas tejidas. La matriz provee material
para proteger las fibras y ligarlas entre si. Estas matrices de polímeros se usan en el
tenis para la construcción de raquetas por su baja densidad y su versatilidad en la
manufactura. Típicamente, las fibras son de carbono, de vidrio o de un arámido, aun
cuando también se han usado fibras de titanio y de cerámica.
Madera:
La madera es un compuesto natural. A nivel molecular consiste de ductos huecos, o
células, de fibras de celulosa que se mantienen en una matriz de lignina y
hemicelulosa. Esto genera un módulo específico muy alto en dirección de los ductos.
Sin embargo, por la orientación de los ángulos rectos, esto compromete su rigidez y
resistencia. Esta anisotropía limita la fortaleza general de las raquetas de madera, de
modo que cuando se les somete a pesos altos se pueden combar y hasta romper
ocasionalmente. El laminado y el entrecruzado de chapas de madera muy delgadas
permiten que se mejore la consistencia de las propiedades, mejorando también la
rigidez y la fortaleza. En la medida en que la ciencia logre un mayor control de la
estructura interna de la madera a nivel molecular, en esa misma medida podrá
pensarse en estos nanocompuestos como los materiales del futuro para la fabricación
de raquetas de tenis.
De cualquier manera es bueno señalar que las viejas raquetas de madera que todavía
habitan los desvanes y closets de muchos veteranos practicantes son ejemplos, si se
quieren palpables al compararlas con las raquetas de hoy en día, de los avances de la
ciencia manufacturera en este particular. Si alguna vez siente la tentación de jugar con
esos viejos cachivaches es bueno advertirle que lo más probable es que el esfuerzo le
cause alguna lesión en su brazo de jugar. Así que lo mejor es dejarlos en el desván o
closet como lo que en realidad son: reliquias de épocas ya superadas.
Polímeros (Plásticos):
Los polímeros consisten de moléculas grandes conformadas por unidades repetidas
más pequeñas, llamadas monómeros. En los termoplásticos, los enlaces entre cadenas
de moléculas son más débiles que los que están dentro de la cadena. Por lo tanto,
cuando estos plásticos térmicos se calientan, los enlaces secundarios se rompen
primero y el polímero se suaviza y se puede moldear. Los termosets (conjuntos
térmicos) son una clase diferente de polímeros que se forman mezclando una resina y
un endurecedor. Los monómeros se polimerizan y se intercambian para formar una red
de polímeros en una sola operación conocida como “enrizamiento” (curling, en inglés).
Estos polímeros están mayormente constituidos de derivados de petróleo, pero los
polímeros naturales provenientes de plantas y animales también se usan para la
fabricación de raquetas y pelotas de tenis.
El poliuretano es un plástico común que se usa en la manufactura de raquetas. El
poliuretano espumado se inyecta en el asa de la raqueta para que sirva como material
antivibraciones. También se usa para fabricar empuñaduras y para revestir cuerdas de
tripa natural. Otros plásticos que se usan en implementos de tenis son el poliamido y
el nylon, los cuales se utilizaban antes como material matriz para raquetas moldeadas
por inyección y hoy en día se usan principalmente para las cuerdas sintéticas y otros
materiales de encordado.
De igual manera no es difícil encontrar ejemplos de polímeros naturales empleados en
el tenis. El cuero (esencialmente un colágeno tejido) fue el primer material usado para
fabricar agarres (grips) cómodos de alta fricción, aun cuando ahora ha sido
reemplazado por el poliuretano. La cuerda de tripa natural, que también se conoce
como serosa (otro colágeno), se hace de la piel exterior de los intestinos de la vaca; y
por último, el caucho natural (polisopreno), se usa en la fabricación de las capas
interiores de las pelotas de tenis.
Titanio:
El titanio es más rígido que el aluminio y más ligero que el acero. Sin embargo al
agregarle pequeñas cantidades de aluminio (6 % de su peso) y de vanadio (4 % de su
peso), su fortaleza y solidez se cuadruplican. Esto permite usar menos material para
hacer las raquetas, y por lo tanto hacerlas todavía más livianas.
Vidrio:
Las fibras de vidrio se hacen derritiendo silica (SiO2) con cantidades medidas de soda
(Na2O) y cal (CaO) y llevando el líquido congelante a través de pequeños agujeros
hasta un tambor giratorio. Por medio de un proceso de ajuste conocido como “sizing”,
un revestimiento protector se enrolla sobre cada fibra antes de que el líquido llegue al
tambor para así limitar la presencia de resquebraduras o rajas en la superficie, que
pueden reducir severamente su solidez. Las formas comunes de vidrios usados en la
producción son el Vidrio E (Vidrio Eléctrico) y el Vidrio S, más resistente, más rígido y
más caro. El vidrio tiene una rigidez específica mejor que la del acero, del aluminio y
de las aleaciones de titanio, y una fortaleza y resistencia mucho mayor que todos ellos.
Consejos útiles para seleccionar su raqueta
Cualquier raqueta “barata” (ya encordada) que se compre en las tiendas de deportes
de cualquier parte del mundo es lo suficientemente adecuada para jugar al tenis. De
hecho ningún fabricante de raquetas manufactura raquetas inadecuadas o defectuosas,
y hoy en día hasta se puede adquirir una raqueta relativamente sofisticada por menos
de 50 dólares. Para principiantes es aconsejable utilizar una raqueta de marco grande
y peso de no menos de 300 gramos. En este sentido, las raquetas que pesan entre 400
y 450 gramos se fabrican generalmente de madera, aluminio o grafito. Sin embargo, el
factor más importante a considerar en la adquisición de una raqueta es el grado de
confort que se sienta al manipularla. De allí que sea una buena práctica no comprar
una raqueta hasta que la haya probado en juego, y cuando la pruebe no olvide los
consejos siguientes:
- Pruebe la raqueta en una superficie (tipo de cancha) conocida. De no ser la cancha
en la cual se juega cotidianamente, al menos en una lo más parecida posible.
- Antes de probar la nueva raqueta caliente con la que tenía o tiene, para que así, una
vez que sus músculos y su coordinación estén a punto, pueda tener una impresión
mucho más precisa de las diferencias entre una y otra.
- Pruebe cada raqueta nueva por lo menos por quince minutos y al comparar raquetas
considere el grado de confort, cuán bien pudo golpear sus mejores tiros con cada
raqueta, cómo se sintió sacando, y si sintió alguna molestia en su muñeca, su brazo o
su hombro al usar las nuevas raquetas. Aun cuando los quince minutos no sean
suficientes para determinar efectos posteriores tales como lesiones, dolores o
incomodidad, especialmente cuando se cambia a una raqueta más rígida, por lo menos
ayudan a tener una visión más objetiva de cada raqueta que se quiera o desee
adquirir.
- Observe las cuerdas con cuidado ya que estas pueden afectar sus golpes,
dependiendo de las condiciones y el tipo de cuerdas que se usen.
Algunas raquetas populares
Tipo de
Jugador Modelo
Tamaño de
cabeza
(pulgadas
cuadradas)
Longitud
(pulgadas)
Peso
(onzas) Material
Gamma Big
Bubba Pro
137 29 9
Compuesto
de Grafito
Head Ti.S6 115 27 8
Compuesto
de Grafito
Weed Lady
Zone Plus
135 28,25 10
Compuesto
de Grafito
Principiante
Wimbledon
Conqueror
108 26 11.5
Compuesto
de Grafito
Prince
Thunderlite
Midplus
95 27 10,3
Compuesto
de Grafito
Pro Kennex
Tournament
Classic
110 28 10,8 GrafitIntermedio o
Wilson 3.6
Stretch
Hammer
110 29 10
Compuesto
de Grafito
Slazenger
Phantom
Tour
95 27 11,5
Compuesto
de Grafito
Avanzado
Volkl CX8 98 28 11,3
Compuesto
de Grafito
El encordado de la raqueta
Según la gran mayoría de jugadores profesionales, el ingrediente clave para tener
éxito como tenistas son las cuerdas. La raqueta es tan buena como las cuerdas que
tenga, se dice. El problema radica en que las mejores cuerdas se fabrican con tripa de
vaca y que este tipo de cuerdas son más caras, se rompen mucho más rápido que por
ejemplo las cuerdas de nylon y además pierden su vigor cuando se mojan. Por lo tanto
no son recomendables para los jugadores amateur o practicantes del tenis recreativo,
a menos que se tenga suficiente dinero para costear su uso. (Pete Sampras dizque
gastaba alrededor de 50 mil dólares al año en el encordado de sus raquetas).
Por otra parte las cuerdas sintéticas se fabrican a partir de una gran variedad de
materiales, entre ellos Kevlar, nylon y Zyex. Estas cuerdas son tan resistentes que
incluso pueden ser utilizadas en violines. Las cuerdas sintéticas son excelentes para
principiantes ya que ofrecen durabilidad, no las afecta la humedad y cuestan mucho
menos que las cuerdas de tripa de vaca. El precio varía en los Estados Unidos de 3
hasta 30 dólares por un rollo.
En el encordado de la raqueta de tenis hay tres aspectos a considerar puesto que
afecta la ejecutoria del jugador en la cancha. Estos son el grosor de las cuerdas, la
tensión del encordado, y cuándo o con qué frecuencia se debe re-encordar una
raqueta.
Grosor o calibre:
Al grosor de la cuerda se le denomina calibre. Las cuerdas vienen en cinco calibres
diferentes: 15, 15L, 16, 16L y 17. Mientras más alto el calibre, más delgada la cuerda.
Las cuerdas más delgadas incrementan las propiedades de juego de las raquetas a
medida que se dominan los diferentes golpes. Cuando se tienen dos o más raquetas,
especialmente si se es principiante o no se dominan con precisión los diversos golpes,
lo más recomendable es que se encuerde la(s) raqueta(s) de repuesto con una cuerda
de mayor calibre. De todas maneras hay que tomar dos cosas en consideración cuando
se va a encordar una raqueta con un calibre en particular:
- Mientras más delgada la cuerda, mejor su ejecutoria. Una cuerda calibre 16 o 17 es
más “viva” y elástica que una de calibre 15 o 15L. Además, con la cuerda más delgada
se le puede imprimir más efecto rotatorio, especialmente si son del tipo con superficie
más granulosa.
- Mientras más delgada la cuerda, más rápido se desgasta. Aun cuando las cuerdas de
calibre delgado son lo suficientemente fuertes para aguantar la potencia de cualquier
jugador, usualmente se rompen más rápido que las gruesas debido a que tienen
menos material. Este es un factor mucho más significativo cuando se juega en canchas
de arcilla, ya que la capa arenosa de esta superficie se incrusta en las pelotas y por
supuesto en las cuerdas, acelerando ese proceso de deterioro.
Tensión de encordado:
La tensión del encordado de la raqueta, que usualmente se expresa en libras (0,454
Kg.), se refiere a la presión que se imparte para asegurar las cuerdas al marco. La
tensión de las cuerdas por supuesto afecta las características de juego de la raqueta,
de allí que todas las raquetas tengan un rango de tensión recomendada por el
fabricante, usualmente entre 50 y 70 libras. La regla general indica que se imparte una
presión menor para tener un mayor control de la raqueta, y mayor para aumentar la
potencia en los golpes. Se recomienda que los principiantes o los jugadores menos
hábiles deben utilizar una tensión intermedia, es decir alrededor de 60 libras y en todo
caso no preocuparse demasiado por la tensión, al menos no hasta que empiecen a
darse cuenta de que su juego ha alcanzado un mejor nivel y que a lo mejor un cambio
de tensión en la raqueta pudiera ayudar. De cualquier manera he aquí algunos
consejos sobre cómo decidir cuál tensión le conviene a cada quien:
- Una raqueta que esté muy “suelta” o floja al jugar con ella da la impresión de que
tiene un “punto dulce” más grande que lo normal, pero cuando se ejecutan swings
muy fuertes, esa condición produce un efecto trampolín, que puede causar que sus
tiros sean muy imprecisos.
- Una raqueta muy tensa reduce el sentido de dominio de la pelota. Es decir, al hacer
contacto con la pelota, el golpe no le trasmite al jugador suficiente información o
retroalimentación para ejecutar tiros subsiguientes. No obstante la raqueta tensa al
extremo puede darle al jugador un control muy bueno de su juego si se tiene un golpe
parejo, con excelente mecánica.
- Una raqueta muy floja permite ejecutar tiros de precisión, tiros que a lo mejor
requieren de un toque suave o muy ligero, con más confianza. Este tipo de tiros es
muy difícil de ejecutar cuando la raqueta está muy “apretada”.
- Una raqueta bien tensada permite realizar los tiros desde la línea de base con mayor
consistencia, pero si se golpea la pelota con mucha fuerza, su brazo tienda a cansarse
más rápido.
Cuándo re-encordar:
Debido a que las cuerdas de las raquetas de tenis están sometidas a tensión
constante, a medida que se van usando van perdiendo elasticidad y también tensión.
De hecho cuando se usan cuerdas “muertas” (es decir sin tensión) el juego sufre
cambios notables: se pierde la capacidad de generar potencia y llevar el paso, por lo
que hay que moverse más y golpear mucho más fuerte de lo normal, aparte de que
seguramente se produzcan dolores en el brazo. Así que, ¿cuán frecuentemente debe
hacerse el re-encordado para evitar llegar a esa etapa de cuerdas muertas? Pues bien,
he aquí algunas consideraciones al respecto:
- En principio, la raqueta debe re-encordarse tantas veces al año como las veces que
se juega a la semana. Si se juega tres veces a la semana, el re-encordado debe
hacerse tres veces al año.
- Después de 40 horas de juego. Si se juega tres veces a la semana por dos horas
cada sesión, entonces debe re-encordar cada siete semanas. Si juega 10 horas a la
semana, debe re-encordar cada mes.
- Después que se pierde al menos una cuarta parte de la tensión. Para saber cuanta
tensión ha perdido su raqueta, llévela a la persona que hace el re-encordado.
- Cuando las cuerdas suenan como si ya no tuvieran vida. Golpéese la cuerda contra
una mano y si escucha un sonido hueco y apagado en vez de uno vibrante es por que
ya las cuerdas no dan para más.
Referencias: Tennis for Dummies, por Patrick McEnroe y Peter Bodo; Wiley Publishing,
Inc. 1998
Los zapatos de tenis
El tenis se basa primordialmente en el equilibrio. El equilibrio es la base de un buen
swing y por ende de un buen golpe. Tiene que haber un equilibrio entre el control de la
raqueta y la potencia con que se le pega a la pelota. Sin embargo, no mucha gente le
da importancia al balance que debe existir entre los pies y los zapatos. Pero la verdad
es que si los zapatos del tenista no están debidamente “apareados” con sus pies y la
superficie sobre la cual se juega, lo más probable es que se produzcan dolores en los
talones, en los tobillos y en las rodillas, además de las molestosas ampollas en los
pies. Por otra parte, cuando los pies y los zapatos están en total sincronía, uno se
siente bien y se juega buen tenis. El equilibrio está así garantizado.
¿Qué tipo de pie tiene Ud.?
Lo primero que debe hacerse antes de conseguir el zapato más adecuado para cada
quien es averiguar qué tipo de pie se tiene. Hay tres tipos básicos de pie y si bien es
cierto que sólo un podiatra podría decir con certeza qué tipo de pie tiene cada quien,
uno puede formarse una idea aproximada con un muy sencillo procedimiento: Fijarse
en la huella que deja el pie mojado en el piso después que se ha tomado un baño.
Si la huella tiene forma de cuarto menguante (de la luna) y apenas se ve la
impresión del arco del pie quiere decir que se tiene un pie supinado. Las personas con
este tipo de pie tienden a desgastar la parte exterior lateral de la suela antes que la
parte media (alrededor del dedo gordo) Los jugadores de tenis con pie supinado
también tienden a tener pies muy anchos por lo que deben buscar zapatos que
provean espacio extra en la parte delantera y en el puntillero (donde descansan los
dedos). También necesitan zapatos con acolchado extra para compensar por la mayor
altura de los arcos.
Si el pie mojado deja una marca en el suelo en la que se puede distinguir todo el
pie, con todo y arco, se tiene un pie pronado. Las personas con pies pronados tienen
pies planos y la parte media de la suela del zapato se desgasta antes que la parte
lateral. Las personas con este tipo de pie usualmente requieren de soporte extra de
modo que un zapato cortado (a media suela) o con estabilidad extra, es lo más
indicado.
Si se tiene un pie que deja una huella con un arco que se ve a medias, entonces se
tiene un pie neutral, (poca gente lo tiene), lo que en este caso es una suerte ya que es
el tipo de pie de mayor eficiencia y versatilidad biomecánica. Cualquier tipo de zapato
le cuadra bien.
Algo sobre el diseño
Una vez que se conoce qué tipo de pie se tiene hay que buscar un diseño de zapato
que se adecue a ese tipo de pie y que ejecute su función de la mejor manera posible.
Para esto debemos considerar las cuatro partes del zapato:
La parte superior: Es la que cubre al zapato, generalmente fabricada de cuero, cuero
sintético o una combinación de materiales. Si se requiere de soporte extra es
recomendable buscar zapatos con trenzas que se entrelacen con refuerzos a lo largo
de los agujeros ya que esos refuerzos proveen mayor estabilidad. Cuando se pruebe
un zapato asegúrese de que sea cómodo en la parte de arriba y que no quede muy
apretado. Si se arrastra el pie cuando se ejecuta el servicio se debe buscar un zapato
que tenga una puntillero duradero, y si se golpea el tiro frontal (forehand) con una
parada abierta (es decir con la mayor parte del cuerpo de frente a la malla) se debe
buscar también que el zapato tenga bastante material a lo largo de la porción media de
la parte superior, ya que esta área a menudo se desliza sobre la superficie y se
desgasta más rápido.
La plantilla: Esta es la parte del zapato sobre la cual descansa el pie y es la que menos
afecta el juego. Si se ha tenido problemas ortopédicos y la persona usa plantillas
especiales, fíjese si la plantilla del zapato se puede remover y si es así, lo cual es muy
probable, cámbiela cuando esté muy desgastada o si no se ajusta a sus
requerimientos. Las plantillas de repuesto, incluso con amortiguamiento extra, se
consiguen en cualquier tienda especializada.
La mediaplanta: Es la sección que ocupa el espacio entre el fondo del zapato y la
plantilla. Generalmente se fabrica de poliuretano o de goma espuma (acetato de vinil
etil) y en muchos casos lleva insertos de gel (solución semisólida coloidal) o diminutos
bolsillos de aire. La media planta suministra el amortiguamiento del zapato. Establecer
cuando la media planta está desgastada y ya no cumple su función no es fácil, pero se
ha determinado que un jugador que juega dos o tres veces a la semana desgasta la
media planta en cinco o seis meses. Por supuesto quienes juegan más a menudo o son
muy agresivos en la cancha la desgastan más rápido debido al tratamiento extremo
que le dan al zapato. De todas maneras si el zapato no se siente tan acolchado como
cuando estaba nuevo puede que ya esté desgastado y se requiera de un nuevo par.
La suela: Esta es la parte crucial del zapato de tenis ya que el diseño de la suela afecta
la tracción que se obtiene tanto en canchas de arcilla como en canchas duras. Los
diseños en forma de espina de pescado que conforman un patrón como de tejido
apretujado son los que mejor ejecutan en cancha de arcilla en tanto que los diseños
con más variantes (un poco de espina de pescado por aquí, un surco más ancho por
allá) son los mejores para canchas duras. La suela debe ser lo suficientemente
duradera para aguantar cualquier tipo de juego. Si se juega a menudo o se gastan los
zapatos muy rápido, busque calzado con suelas para trabajo pesado y con garantía de
durabilidad mínima. Si las suelas no duran lo estipulado, se devuelven al fabricante
para que las reemplace.
El peso del zapato
El peso del zapato también puede afectar el juego. El zapato liviano tiene sus
ventajas, pero también el zapato pesado. Mientras más liviano sea el zapato más
rápido se puede uno desplazar por la cancha. Así que ¿cuál es la razón de que los
zapatos de tenis sean más pesados que los zapatos de trotar? Las paradas y arranques
(piques) constantes del juego de tenis demandan un zapato que tenga mucho soporte,
mucha amortiguación y suelas más duraderas, todo lo cual agrega peso. Sin embargo
los fabricantes siempre buscan maneras de aligerar el zapato de tenis y por ello a
menudo utilizan un diseño de suela en forma de reloj de arena para ciertos modelos, lo
cual puede hacer que se mueva el punto de equilibrio flexible hacia el medio del
zapato, cerca del arco en vez de en la punta del pie, donde el pie se dobla de manera
natural.
Para probar el punto de flexibilidad de un zapato sujételo firmemente por el talón
con una mano y trate de doblar la punta de la suela con la palma de la otra mano,
hacia las trenzas. Observe donde se dobla el zapato ya que si se dobla hacia atrás a la
altura del arco en vez de a la altura del espacio entre los dedos y las trenzas, el zapato
podría presentar problemas de estabilidad y soporte adecuados.
De todas formas, cada quien tiene que decidir con cuanto peso del zapato puede
jugar cómodamente y al mismo tiempo mantener ciertos criterios de durabilidad y
estabilidad mínimos. Uno puede incluso disponer de dos pares de zapatos, uno más
pesado para la práctica o el calentamiento, y uno más liviano para competir (como
también se puede hacer con las raquetas). De este modo, por una parte se sentirá más
ágil en la cancha durante el juego y por la otra los zapatos le durarán más.
Un último consejo: No se deje llevar por lo bonito del modelo o la popularidad o
fama de cierto diseño. El zapato que le queda de maravilla a su compañero de juego, o
al jugador que más admira a lo mejor a Ud. no le sirve para nada.
Cuatro pasos para un ajuste perfecto
El comprar un par de zapatos debería ser una tarea más o menos razonada, no algo
que se deje a la suerte o al azar. De allí que cuando se compre un par de zapatos de
tenis no olvide lo siguiente:
- Compre los zapatos después que haya jugado tenis o en la tarde (los pies se hinchan
de 5 a 10 por ciento después que se juega o al final del día), y asegúrese de utilizar el
mismo tipo de media que se usa cuando se juega para así poder precisar mucho mejor
la medida del zapato que se va a adquirir.
- Si el vendedor no mide cada una de las partes de sus dos pies, no está haciendo bien
su trabajo. Asegúrese de medir tanto el largo como el ancho de cada pie antes de
comprar. No es raro que se tenga un pie más largo que el otro, y si ese es el caso,
debe comprarse un zapato que por supuesto se ajuste al pie más grande.
- Traiga consigo un par de sus zapatos viejos, si es posible los más cómodos que haya
tenido. El desgaste en su zapato usado le permitirá al vendedor determinar sus
necesidades en cuanto a durabilidad, amortiguamiento y soporte.
- El vendedor, basándose en su tipo de pie, sus necesidades de soporte, sus gustos en
cuanto a estilo, podrá entonces recomendarle al menos dos o tres pares de zapatos
para que se los pruebe.
El tenista profesional Patrick McEnroe, co-autor junto a Peter Bodo del libro Tennis for
Dummies (pag. 40-41), resume lo que debe buscarse en un zapato de tenis:
Primero el acolchado debe ser excelente, sus pies deben sentir un aterrizaje suave
cada vez que entran en contacto con la superficie. Luego un buen soporte, que se
note, especialmente para las canchas duras. Una suela para trabajo pesado, con un
patrón tipo neumático de vehículo o similar, resistente pero al mismo tiempo pareja,
sin protuberancias, que aguante la abrasión. Un puntal para los dedos, es decir una
capa externa protectora de sus dedos que al mismo tiempo agregue durabilidad al
calzado. Una copa estable para el talón que permita mantenerlo en posición mientras
se corre en la cancha. Y finalmente una plantilla removible de buena calidad para que
mantenga su pie fresco, o de ser posible una plantilla ortopédica especialmente
ajustada a su tipo de pie. Y no olvide los calcetines, mientras más gruesos (de
algodón) mejor, y si sus pies se resienten al jugar, use dos pares en vez de uno.
Traducido y Adaptado de Tennis Magazine, versión en la red. www.tennis.com
La pelota de tenis
La pelota de tenis reglamentaria normal está hecha de caucho natural, con una
cubierta de pelusa de nylon y lana, generalmente rellena con aire presurizado (hay
pelotas no presurizadas de las cuales hablaremos luego). Además del logotipo, cada
pelota lleva impreso un número (del 1 al , el cual permite identificar las pelotas
cuando se juega en instalaciones con varias canchas en uso (siempre y cuando en cada
una se juegue con pelotas de números diferentes). Ese número en la pelota no tiene
ningún otro significado.
La pelusa de la cubierta, una mezcla de lana tejida y nylon, le agrega a la pelota
capacidad de resistencia al aire. Si las pelotas no tuviesen esa pelusa volarían como
balines y el juego sería tan rápido como imposible de realizar para seres humanos.
Además, cuando la pelota rebota, la fricción entre la capa y la superficie de la cancha
afecta la velocidad y la altura del rebote; y, como veremos más adelante, el grosor de
la cubierta también es un factor cuando se juega en superficies diferentes.
Al adquirir una pelota de tenis, el consumidor debe estar consciente de al menos dos
cosas: la función del fieltro que las recubre y si son o no presurizadas. Veamos estos
dos aspectos en mayor detalle:
Sobre el fieltro
Cuando tome un tubo de pelotas Wilson US Open o Gamma ProTour fíjese que en el
exterior del tubo dice “Extra Duty” (para trabajo pesado) o “Regular Duty” (para
trabajo normal), sin ninguna otra explicación sobre lo que estas palabras significan.
Otras marcas son un poco más explicativas, pero no mucho. En fin, a lo que estas
palabras se refieren es al grosor del fieltro que cubre la pelota. El fieltro de las pelotas
“extra duty” es más grueso, lo cual les da mayor durabilidad en canchas duras, pero si
se juega con ellas en canchas de arcilla, la capa exterior al poco tiempo se convierte
prácticamente en un lodoso ladrillo debido a la tierra y el polvo que se recolectan en la
superficie. De allí que la pelota “regular duty” sea más adecuada para jugar en ese tipo
de cancha (también para jugar en canchas techadas con superficie de carpeta), ya que
tiene un fieltro de tejido más apretado. De igual manera si se juega en canchas duras
con la pelota para trabajo normal” esta no va a durar mucho. Lo malo de todo esto es
que las pelotas fabricadas para todo tipo de cancha, que de alguna manera buscan un
equilibrio entre los otros dos tipos de pelota, no son muy comunes. Por lo tanto,
considerando todos los factores, es preferible jugar con pelotas “extra duty” en
canchas de arcilla, que jugar con pelotas “regular duty” en canchas duras.
Las pelotas de tenis vienen empaquetadas en un tubo en el cual están sometidas
a una presión de 11 a 14 libras, según la marca. Si el olor que se desprende del
tubo al abrirlo no es el “olor a pelotas nuevas”, y si no se escucha el sonido psssh
característico del gas saliendo del tubo, posiblemente el aire presurizado se ha
estado escapando antes de abrirlo y ya las pelotas a lo mejor están “vencidas”.
Práctica y juego: la presurización
Aun cuando hay varias marcas de las cuales se puede escoger, sólo hay dos tipos
básicos de pelotas: las presurizadas y las no presurizadas. Si se juega un partido, lo
mejor es usar las pelotas presurizadas ya que estas permiten un juego más ágil, más
vivo, con buen rebote y capacidad de control. Imagínese un globo al cual Ud. le sopla
aire y en un descuido se le suelta de las manos y sale volando. En la medida en que le
haya soplado más aire, más incontrolable y rápido es su vuelo antes de que se desinfle
y descienda al suelo.
Este es el mismo principio físico que se utiliza con las pelotas presurizadas, sólo que
el aire o gas inyectado usualmente no se escapa de esa manera y la pelota que lo
contiene es mucho más pesada que un globo y está forrada en pelusa, por lo que si se
le escapará no va a salir volando súbitamente como un cohete. Pero las pelotas
presurizadas sólo son buenas para algunos sets, de allí que para las prácticas o
sesiones de clase en las cuales se requieren muchas pelotas, lo mejor es usar esféricas
no presurizadas. Dado que la presión dentro de la pelota no presurizada es la misma a
la cual está sujeta por el aire que la rodea, no hay ningún cambio en las características
de juego por causa de la difusión de gas al transcurrir del tiempo. Las pelotas no
presurizadas tienen una capa central interna de caucho más grueso, lo cual provee
resistencia y dureza; de hecho la pelota se desgasta primero antes de ponerse fofa.
Estas pelotas tienen un rebote más reducido y se sienten más pesadas que las
presurizadas, pero su durabilidad es mucho mayor.
En todo caso, no hay gran diferencia entre marcas en la presión interna de pelotas
presurizadas nuevas. La mayoría de los diferentes fabricantes de pelotas se adecuan
plenamente a las especificaciones de rebote de la Federación Internacional de Tenis,
pero también la mayoría de ellas se desinflan en un tiempo relativamente corto, por lo
que es bueno recordar que jugar con pelotas desinfladas o fofas no es muy inteligente
ya que incluso podría causar lesiones. Las pelotas en estas condiciones generalmente
producen un sonido característico cuando se les golpea, aparte que tienen una
capacidad de rebote muy limitada.
Las marcas más conocidas
La mayoría de los jugadores de tenis no pueden diferenciar una pelota de tenis de
otra, o en todo caso no les importa con cual juegan mientras no tengan deficiencias
notables. Algunos tenistas avanzados afirman que ellos si pueden notar las diferencias
pero usualmente se basan en razonamientos ilógicos o caprichosos. De allí que el
consejo para el tenista principiante es el de no preocuparse acerca de la marca de la
pelota y simplemente ir experimentando hasta conseguir una que le convenga más a
su manera de jugar, evitando en lo posible jugar con pelotas viejas, fofas o muy
desgastadas. Las pelotas de tenis lucen todas más o manos idénticas, pero sabemos
no obstante que las apariencias pueden ser engañosas. He aquí la evaluación realizada
a media docena de pelotas de marcas muy conocidas:
Dunlop Grand Prix
Esta pelota es duradera y transmite una sensación de dureza al hacer contacto por
lo que es muy recomendable. No obstante, algunos evaluadores de pelotas han
manifestado que estas pelotas se sienten más pesadas que otras del mismo tipo y que
muchos jugadores que las usan necesitan acostumbrarse a su ritmo para poder
ejecutar tiros de potencia. De allí que no sea recomendable para tenistas con
problemas de lesiones o dolores en el brazo o el hombro. Con todo esto, la Dunlop
Grand Prix aguanta bastante el desgaste, no se esponja ni tampoco suelta la pelusa.
Gamma Pro Tour
Esta pelota presenta una tecnología novedosa denominada Tintes, la cual combina
una pared más delgada con una mayor presión en el centro (usa nitrógeno en vez de
aire para aumentar su durabilidad), lo cual se traduce en una pelota muy viva, más
viva que cualquiera otra. Los servicios y los golpes a ras de suelo explotan contra las
cuerdas e impresionan por su potencial de vuelo. Es una pelota que permite un juego
muy rápido y la cual según sus fabricantes es “la mejor pelota de juego en el mundo”,
al punto que le devuelven el dinero a cualquier cliente insatisfecho.
Prince Tour
La pelota Prince se presta a un juego cómodo. Es mucho más viva que la Wilson o la
Penn, pero al mismo tiempo se puede controlar. Sin embargo al cabo de un par de sets
de juego puede que se ponga un poco pegajosa, aun cuando sigue siendo una opción
válida de probar.
ProPenn Professional
Es una de las pelotas de más larga trayectoria en el juego de tenis. Es la pelota
oficial de la UPSTA y la única pelota que se fabrica en los Estados Unidos. Se juega
Si sus pelotas se llenan de lodo, límpielas con un cepillo; y si se mojan, métalas
en una secadora. No le quedarán como nuevas, pero le servirán para unos cuantos
juegos de más, siempre y cuando no las deje tiradas por ahí, ya que perderían la
presión.
bien con ella y su color amarillo tan pronunciado se debe a su fieltro Smart Optik, el
cual permite ver mejor la pelota en canchas con mala iluminación o muy sucias. Sin
embargo, de acuerdo a los evaluadores, esta pelota no dura mucho y ya al cabo de un
par de sets de juego su fieltro empieza a resentirse, soltando pelusa y erosionándose.
Wilson Championship
Es una de las pelotas más populares en los Estados Unidos, y no sin razón. Su juego
es muy confortable y combina durabilidad con control, por lo que es una selección
aceptable bajo cualquier circunstancia.
Wilson US Open
Es la pelota oficial de uno de los torneos de Grand Slam lo cual es un indicador muy
sólido de sus bondades. Es la pelota de avanzada del fabricante y es la que presenta
mejor capacidad de juego. Combina todas las características positivas de otras pelotas
sin ninguna de sus debilidades. Es viva pero no demasiado, lo que permite un juego
controlado. Es firme y duradera pero no se siente dura al tacto.
En fin y para terminar con el tema, recuerde que las pelotas llamadas Premium (las
pelotas de primera línea de algunos fabricantes como Wilson, Penn y Dunlop), son más
costosas que las de segunda línea, pero que con todo y eso ambos tipos se adecuan
plenamente a las especificaciones mínimas de la ITF, aparte de que muy pocos
jugadores, aparte de los evaluadores profesionales, realmente pueden diferenciar las
capacidades de una pelota o de otra. Así que no se preocupe pensando que su juego
de alguna manera se va a ver afectado por usar pelotas más baratas.
Lesiones comunes
El tenis, a pesar de que es una disciplina exigente desde el punto de vista físico, no
es un deporte cuyos practicantes sean propensos a las lesiones sólo por jugarlo. Las
lesiones de tenis son generalmente más la causa de negligencia de parte del jugador
que de otra cosa: No calentar lo suficiente, usar pelotas fofas, no tener un encordado
adecuado en la raqueta, usar zapatos muy apretados o no aptos para el tenis, etc., o
simplemente no estar en condiciones físicas aptas para la práctica de este deporte. En
la medida en que el nivel de juego sea más alto, mayor capacidad física se requiere.
En todo caso la mayoría de las lesiones del tenis son menores, tales como torceduras,
tirones y ampollas, las cuales pueden tratarse mucha veces hasta sin medicamentos,
sólo con descanso y tratamientos caseros de vieja data. Sin embargo hay otras
lesiones menos comunes que requieren consulta médica. He aquí un resumen de los
males que sufren los tenistas y las maneras de enfrentarlos que han resultado exitosas
a través del tiempo.
Lesiones menores
Los pequeños dolores y molestias: Los tenistas que practican el deporte de manera
ocasional y quienes lo hacen con frecuencia, digamos tres veces por semana, son los
que tienen mayores probabilidades de sufrir de pequeñas molestias o dolores. Unos
por que sus músculos no están acostumbrados al ajetreo del juego y fácilmente se
resienten por el esfuerzo, y los otros por la misma asiduidad del ajetreo. De allí que
sean ellos quienes con mayor cuidado deben seguir los consejos sobre precalentamiento
y post-estiramiento que se estipulan al final de esta sección, y en
general sobre cómo mantenerse uno sano al jugar tenis.
Ampollas: Si bien es cierto que las ampollas parecieran ser un mal menor, no es
menos cierto que estas “molestias” pueden muchas veces forzar a un jugador a
abandonar un partido o incluso un torneo. La causa principal de las ampollas es la
fricción, ya sea la que se produce entre la mano de juego y la raqueta; o entre sus
pies, el calzado y la superficie sobre la cual se juega, especialmente cuando se juega
durante periodos de tiempo muy largos, o más largos de lo que se está acostumbrado
jugar. Esa fricción excesiva puede hacer por ejemplo que la palma de la mano se
despelleje o que la piel de la planta de sus pies comience a arder por el constante
arrastrar y golpear el suelo.
Una de las causas más comunes de las ampollas en los pies son los zapatos nuevos, o
contradictoriamente, los muy desgastados. Si los zapatos nuevos le causan este tipo
de molestias, evítelas usando calcetines de algodón que no tengan agujeros (use dos
pares si se siente más protegido), y si son los zapatos viejos y deformados que tan
cómodos le quedan (o le quedaban), cómprese unos nuevos. De cualquier manera no
permita que un punto de fricción enrojecido o ablandado se ampolle por descuido:
Cuando eso suceda colóquese una curita adhesiva (si es en la mano) o algún tipo de
acolchado (si es en un pie) para evitar que ese punto de fricción empeore y
eventualmente se ampolle.
De cualquier forma, para prevenir desolladuras se suele recomendar en primer lugar
no exagerar con su tiempo de juego, especialmente si se está “reapareciendo” después
de un largo periodo sin tocar una raqueta. Hay que dejar que la piel de la mano de
juego y de la planta de los pies se endurezca, para lo cual lo más conveniente es
reintegrarse a la práctica, frecuente o no, de manera gradual. En segundo lugar
untarse vaselina o cualquier producto similar en los puntos de fricción antes de jugar,
especialmente cuando se está estrenando zapatos nuevos. En este caso también es
bueno poner talco dentro del calzado. Y por último, use medias gruesas, especialmente
si los zapatos le quedan un poco grandes.
Calambres: Los calambres, llamados jocosamente charley horses en el argot del
béisbol en inglés, son sin duda alguna las lesiones menores más dolorosas y
frustrantes que se puedan sufrir al jugar tenis, o cualquier otro deporte. Dolorosas por
que pueden hacer que uno grite, gima o llore, o las tres cosas al mismo tiempo.
Frustrantes por que su inesperada aparición generalmente significa que ya no se podrá
seguir jugando, o que se jugará en condiciones muy disminuidas; y más frustrantes
aun si se está ganando el partido en disputa. Es un evento incapacitador caracterizado
por la contracción dolorosa, espasmódica e involuntaria de la masa muscular
esquelética, que se puede presentar durante o después del ejercicio físico. Los
calambres pueden atacar cualquier parte del cuerpo: las manos, la espalda, la nuca,
pero más comúnmente se presentan en los músculos de los muslos y de las
pantorrillas.
La deshidratación causa cansancio extremo y calambres. De allí la
necesidad de que se esté adecuadamente hidratado para jugar tenis a
cualquier nivel. Siga estos tres pasos para asegurarse de estar bien
hidratado: 1) Beba un mínimo de 8 a 10 tazas de agua el día antes de
jugar un partido o realizar una práctica fuerte. El agua puede ser sustituida
por jugos de frutas o agua mineral, pero los líquidos que contienen cafeína
o alcohol tienen el efecto contrario y más bien deshidratan. 2) Beba dos
vasos de líquido dos horas antes de jugar. 3) Beba el equivalente de al
menos media taza de agua cada 15 minutos mientras juega, aun si no
tiene sed. Recuerde que el ejercicio suprime la sed, pero aun así hay que
hidratarse. El agua extra que pueda consumirse no causa una supuesta
sobre-hidratación.
¿Qué los causan? Parece ser que la principal culpa la tiene la deshidratación, la falta de
líquido en el cuerpo. Por ello es que hoy en día lo que se aconseja para prevenir este
mal es asegurarse de estar adecuadamente hidratado antes, durante y después del
juego. Hay que olvidarse de la vieja conseja que afirmaba que tomar agua durante un
partido afectaba negativamente la agilidad. Claro, no se trata de llenarse de agua al
extremo de quedar abombado, sino de proporcionarle al cuerpo suficiente líquido (una
o dos tazas cada media hora) como para no secarse a medida que se realiza el
ejercicio. La deshidratación tiene mucho que ver con la pérdida de niveles normales de
electrolitos y de sodio. El sodio es un importante mineral que interviene en la
formación de las señales eléctricas de los nervios que producen los movimientos
musculares, y su deficiencia asociada a la de fluidos determina la presencia de
músculos “irritables”.
Bajo tales condiciones, un movimiento un poco más intenso puede desencadenar una
contractura muscular incontrolable. Recordemos que una ligera disminución del sodio
sanguíneo, determinada por una dieta baja en sodio o una sudoración notablemente
profusa, pueden causar este cuadro. También la falta de carbohidratos en la dieta
puede acelerar el cansancio que es otro factor desencadenante. La teoría sugiere que
la fatiga muscular causa una falta de control en los sensores eléctricos musculares
generando una contracción de la masa muscular. Aparentemente la contracción del
músculo en su posición más corta es el factor mecánico que pone en marcha este
cuadro. En el caso de personas muy propensas a sufrir esta dolencia, el hecho de tener
niveles anormales de electrolitos en la sangre, o de tomar medicamentos diuréticos,
podría coadyuvar a su aparición durante el juego.
Una vez que se encalambran los músculos no hay mucho que se pueda hacer, excepto
descansar, masajear el área ligeramente y tomar agua suficiente. También se ha
sugerido un ejercicio que pudiera usarse como tratamiento paliativo al momento de
ocurrir el calambre: recostarse parado en una pared con los pies separados unos 30
centímetros de la pared y también ligeramente separados entre si, los brazos doblados
con las palmas de la mano sobre la pared a media altura de los muslos, luego elevar
lentamente los dedos de los pies tanto como se pueda, manteniendo la posición por
varios segundos, bajar los dedos y repetir la rutina de alargamiento muscular diez
veces. De todas maneras el cuerpo requiere de cierto tiempo para recuperarse de las
causas del calambre, por lo que usualmente, dependiendo de la extensión del área
afectada, el jugador no debería seguir jugando.
Tirones: Al tenista le puede fácilmente sobrevenir un tirón en un músculo,
(usualmente en las piernas o en el brazo al servir), en cualquier momento a causa de
alguna sobre-extensión o esfuerzo extremo, casi siempre como consecuencia de no
haber calentado lo suficiente o en forma adecuada antes de comenzar a jugar en serio.
Si el tirón es leve y se siente sólo un poco de irritación en el área afectada se puede
seguir jugando, siempre y cuando se reduzca el nivel de juego, es decir se baje la
potencia de los golpes o se corra con menos vigor y energía. Pero si el tirón produce
dolor, hay que dejar de jugar de inmediato para evitar males mayores. No es sino
hasta que el músculo se enfría, usualmente en un hora, que uno puede determinar con
certeza si es un tirón de verdad o sólo un simple templón. En estos casos lo mejor es
esperar hasta el día siguiente para verificar. Si aun se siente dolor, lo más
recomendable es consultar a un médico.
Espinilla astillada: La espinilla astillada es una dolencia menor que si bien es cierto
no representa ningún peligro no deja de ser una molestia que se manifiesta con un
dolor y tirantez en cualquiera de los lados de los músculos de la pantorrilla. Esta
condición es causada generalmente por el exceso de trabajo de esos músculos, es
decir cuando se juega por mucho tiempo sobre superficies duras. De allí que la manera
más adecuada de prevenir la lesión, aparte de jugar por periodos más cortos, es la de
usar medias gruesas y zapatos bien acolchados. Cuando ya se tienen es muy poco lo
que se puede hacer aparte de descansar o tomarse un analgésico para que la molestia
se note menos.
Dedos magullados: En tenis se arremete, se salta, se frena y se cambia de
direcciones constantemente, por lo que en este proceso los dedos de sus pies chocan
una y otra vez, innumerables veces, contra la parte posterior de la punta del zapato.
Este ajetreo continuo puede causar que los dedos se magullen, es decir que la piel
debajo de las uñas se ennegrezca y la punta de esos dedos se ablanden y se resientan.
Esta condición que sufren con mayor frecuencia los tenistas de saque y volea es más
una molestia que otra cosa y aun cuando se ve fea, no es peligrosa. La manera de
prevenir esta lesión es la misma que ya hemos recomendado para otras situaciones:
zapatos cómodos pero firmes, bien acolchados, y calcetines gruesos. Si la magulladura
es dolorosa, se puede cortar el pedazo de zapato que oprime el área para que no haya
fricción al moverse. En todo caso el único tratamiento conocido es el de mantener el
pie levantado tanto como se pueda, cuando no se está jugando por supuesto, y
esperar que la uña crezca y el dedo o dedos se recupere(n) del maltrato.
Quemaduras de sol: Las quemaduras por efectos de los rayos solares no son algo
que preocupe a la gran mayoría de jugadores de tenis. Sin embargo, las consecuencias
de la insolación, unidas a la deshidratación y el cansancio que la acompañan,
manifestadas en mareos, ganas de vomitar y fuertes dolores de cabeza, realmente
pueden hacer que uno se sienta enfermo. Por ello es recomendable usar protector
solar cada vez que se juegue bajo un sol brillante, aun si no se siente calor excesivo.
Además tomar suficiente líquido y no olvidar la gorra.
Lesiones graves
Músculo rotador: El músculo rotador está localizado en el área donde la parta
superior del brazo se conecta con el hombro. Cuando se habla de lesiones de esta zona
usualmente se quiere decir que ha habido un desgarre en los tendones de este
músculo, es decir en los tejidos que unen al músculo y que trasmiten energía durante
la actividad atlética. El desgarre puede ser parcial o total. El desgarre parcial causa
cierto dolor en el hombro pero permite el uso del brazo en actividades normales. El
desgarre total por otra parte no permite ni siquiera levantar el brazo voluntariamente.
Las causas de un desgarre de este músculo rotador generalmente tienen que ver con
servir o ejecutar golpes de smash sin calentar adecuadamente, al producirse una
presión excesiva sobre los tendones fríos. De allí la importancia no sólo de calentar
sino de calentar todos y cada uno de los músculos que van a tener la mayor carga de
uso durante un partido o sesión de práctica. Demás está decir que la recuperación de
un desgarre en esta área puede ser corta o larga, dependiendo de la severidad del
desgarre. En todo caso debe ser el médico o especialista quien determine el
tratamiento más adecuado para cada caso.
Codo de Tenista: Es una de las lesiones más comunes causadas por la práctica del
tenis. Su nombre científico es “epicondilitis lateral” y la sufren no sólo los practicantes
de tenis sino cualquiera que deba utilizar frecuentemente por lo menos un brazo. Se
produce debido al uso excesivo de los músculos y tendones con que se manipula la
raqueta. Este sobreuso causa pequeños desgarres que al ser inadvertidos, en vez de
curarse por si solos como de hecho lo hacen cuando se les da tiempo suficiente, al no
poder recuperar su fortaleza inicial por completo, y al no poder recibir un suministro
adecuado de sangre, van agravando poco a poco lo que pudiera ser una lesión menor.
El tiro de revés con un solo brazo o una sola mano es uno de los principales causantes
de esta condición, especialmente aquellos jugadores que golpean la pelota con retraso
o de manera incorrecta. No obstante cualquiera puede sufrir esta lesión, incluso los
jugadores muy buenos. La condición se reconoce fácilmente por el dolor y el
ablandamiento que causa en la protuberancia del codo en el brazo de juego. Si la
lesión es seria, levantar el brazo o levantar cualquier objeto relativamente pesado se
convierte en una tarea sumamente dificultosa y dolorosa. La recomendación más obvia
es que si se comienza a sentir este tipo de problema muscular, se consulte al médico.
Es posible que su brazo sólo requiera descanso, y que si la condición no es grave
pueda volver a jugar en poco tiempo, a lo mejor con la ayuda de coderas u hombreras
indicadas por el especialista
Tendinitis: La tendinitis es una lesión relativamente común en la práctica deportiva,
causada principalmente por el uso excesivo de ciertos músculos no suficientemente
fortalecidos. En el tenis esta condición se presenta más que todo en la muñeca (a
veces en las rodillas), y ocurre cuando los tendones de la muñeca se irritan y se
inflaman. En estos casos la tendinitis se manifiesta como un dolorcito, más como si
fuera un golpe que el dolor agudo que se presenta por ejemplo cuando se desgarra un
músculo. Pero no deja de ser un dolor desagradable, aparte de que la condición
dificulta el movimiento del tendón, a veces inmovilizándolo totalmente.
La tendinitis en el tenis usualmente se presenta cuando un jugador, generalmente
un principiante, que no ha logrado fortalecer suficientemente los músculos de su brazo,
utiliza la muñeca en demasía, quizás tratando de agregar control a sus tiros. Una vez
que se sufre de este mal, la única manera de curarlo es con descanso, incluso con
entablillados. Hay que permitir que los pequeños desgarres que han ocurrido en los
tendones se cicatricen, y que el tejido se recupere; aun cuando esos tendones y esos
tejidos ya no tendrán la misma resistencia que tenían antes de desgarrarse. De todas
maneras deberá consultarse a un médico para tratar la inflamación.
Tendinitis vs. Bursitis
Los tendones son cuerdas que consisten mayormente de tejido fibroso que conecta
los músculos a los huesos, por lo tanto permiten que los músculos muevan las
articulaciones. Los tendones típicamente operan dentro de escudos, los cuales les
proveen lubricación para que se muevan fácilmente y con poca fricción. Las “bursas”
por su parte son bolsas que yacen entre el tendón y su escudo y el hueso al que se
adhiere. De allí que las bursas amortiguan el movimiento entre los tendones, los
músculos, la piel y los huesos, permitiendo que los tendones se muevan con facilidad
en el área de las articulaciones. Cuando estas bolsas se inflaman se produce la
condición llamada bursitis, la cual interfiere con el movimiento de los tendones. El
tratamiento de la bursitis es muy similar al de la tendinitis.
Dolores de espalda: Los dolores de espalda, especialmente los que se sienten en la
parte posterior de la cintura no deben ser ignorados puesto que la espalda es un área
muy sensible. Como la mayoría de las lesiones en la práctica del tenis, estos dolores se
producen al jugar en canchas duras por más tiempo del que el cuerpo está
acostumbrado; hay un uso excesivo de los músculos de la espalda y estos se
resienten. ¿Cómo prevenirlos? El consejo es el mismo que para otro tipo de lesiones
por exceso de uso muscular: calentar bien antes de jugar o practicar, y si se sospecha
de la posibilidad de este tipo de condición, usar algún tipo de faja que provea soporte y
calidez. Y por supuesto, limitar razonablemente el tiempo de juego. En casos serios
podría requerirse la atención de un especialista en quiropráctica, es decir en lesiones
de la espina dorsal.
Lesiones en las rodillas: Las rodillas ocasionalmente se resienten cuando se juega
tenis con frecuencia en canchas duras o en canchas techadas sin acolchamiento.
Cuando esto sucede, como en tantos otros casos, la mejor medicina es el descanso.
Sin embargo, si ese sentimiento de estar adolorido se convierte en dolor es posible que
se padezca de uno de dos tipos de lesiones más graves: Torcedura de los meniscos o
torcedura del ligamento cruciado anterior.
Todos tenemos un menisco a cada lado de la rótula y ellos suministran
amortiguamiento y estabilidad entre el fémur y la tibia. Los meniscos son como una
empacadura entre estos dos huesos, y para que se tuerzan o desgarren se requiere de
una acción de torsión bien forzada o fuera de lo común. El problema está en que a
medida que la persona envejece los meniscos se debilitan y se tuercen o desgarran con
mayor facilidad. En el caso de los ligamentos estos conectan el fémur y la tibia, y
controlan cuanto puede moverse la tibia hacia delante con respecto al fémur. Son muy
fuertes y para que se desgarren tiene que ser que por algún movimiento muy violento
de cambio súbito de dirección el pie se atore, o por una rara colisión con otro jugador.
En cualquiera de los dos casos de torcedura debe consultarse de inmediato a un
doctor.
Lesiones en los tobillos: Las torceduras de tobillo son quizás las lesiones más
comunes en el tenis. Estas ocurren cuando se tuerce el tobillo de manera no natural o
cuando se arrastra el pie hacia afuera. Ambas acciones estiran en demasía los
ligamentos que conectan los huesos del tobillo, causando hasta un desgarre. Cuando
esto sucede de inmediato el pie comienza a doler y el área de la torcedura o desgarre
se hincha y eventualmente se pone azulosa. (La hinchazón es causada por la sangre
que entra a los tejidos que rodean dicha área). Este tipo de lesiones pueden ser
causadas también por pisar una pelota que se ha quedado en la cancha, a lo mejor
inadvertidamente. Por ello es aconsejable siempre retirar cualquier pelota que pueda
interferir en el juego, incluso si esta se haya fuera de la cancha reglamentaria, en las
adyacencias.
Un tobillo levemente torcido puede recuperarse en pocos días, a lo mejor quedando
algún dolorcito o inconveniencia; pero una torcedura seria, en la cual los ligamentos
estén totalmente desgarrados, requiere de atención médica y posiblemente de
intervención quirúrgica. El diagnóstico puede hacerse con exámenes visuales y
manuales del tobillo y, de ser necesario, con exámenes de rayos x.
Consulte al médico si alguna de estas tres condiciones se manifiesta en
su físico:
1. Hinchazón o rojez en la piel que aparece cuando está jugando o poco después
de su actividad tenística y que dura más de un día.
2. Magulladuras o hematomas que se presentan sin que haya golpeado un objeto
o sin que haya sido golpeado por algún objeto (raqueta, pelota)
contundentemente.
3. Dolores constantes, no necesariamente muy fuertes, que interfieran con su
habilidad para jugar y que no cesan aún después de 24 horas.
Tratamientos para las inflamaciones leves
Las inflamaciones leves que puedan presentarse como consecuencia de diversas
lesiones pueden ser tratadas en primera instancia de acuerdo al patrón siguiente:
Déle descanso al área. Acuéstese, recuéstese, siéntese, póngase cómodo; la idea es
que su lesión pueda “respirar” con suficiente espacio y por suficiente tiempo.
Póngase hielo. El hielo reduce la hinchazón y neutraliza, “duerme”, el dolor,
acelerando el proceso de recuperación. Se puede envolver el hielo en una toalla y
aplicarlo directamente al área afectada por lapsos de 20 minutos cada dos o tres horas
si es posible. Debe mantenerse el hielo directamente sobre el área lesionada. También
puede utilizar bolsas re-usables de hielo con gel que se adaptan al contorno del área y
otras similares.
Use compresas. Cuando envuelva el área con el hielo asegúrese de que también sirva
como una compresa que le suministre soporte al área inflamada de modo que la
hinchazón se reduzca. También puede envolver el hielo con un vendaje o una manga
elástica. La compresión debe ser firme pero al mismo tiempo permitir el flujo
sanguíneo.
Eleve al área lesionada. Mantenga el área afectada elevada para reducir la filtración
de sangre al área y así reducir también la inflamación y acelerar el proceso de
recuperación.
Aplique paños calientes. Para paliar el dolor y relajar los músculos, use toallas
calientes una vez que la hinchazón haya bajado. Hágalo al menos tres veces al día por
media hora cada vez. Las toallas son muy adecuadas para esta tarea ya que se pueden
adaptar fácilmente a la forma del área y retienen muy bien el calor. En partes donde
no se pueda colocar una toalla, use almohadillas térmicas, o cualquier otro artefacto
calentador similar. Recuerde que el hielo es para reducir la hinchazón en tanto que el
calor es para acelerar el proceso de recuperación una vez se ha eliminado la
inflamación.
Finalmente recuerde que, como decíamos al principio de esta sección, la mejor
manera de mantenerse alejado de las lesiones es con una buena condición física.
Luego no olvide hidratarse bien y sobre todo calentar adecuadamente sus músculos
antes de jugar. El equipo y los accesorios que use para jugar también pueden ayudarle
a reducir esas posibles lesiones si ellos se adaptan en lo posible a su manera de jugar,
a las peculiaridades de su cuerpo, y su nivel de habilidad.